Ausencia o disminución del deseo sexual. ¿Es Trastornos del deseo?

La falta de deseo es una problemática tanto de hombres como mujeres pero es el motivo de consulta más frecuente de las mujeres.

En general la consulta es por una disminución del deseo pero en algunos casos aparece una ausencia total.

A la falta de deseo se la considera primaria cuando nunca se ha sentido deseo sexual y secundaria cuando el deseo existió pero ha desaparecido.

Esta disfunción sexual puede darse en personas de diferentes edades y no es patrimonio solo de parejas que hace mucho tiempo están juntas.

Las causas pueden ser muy variadas y requieren de un diagnóstico realizado por un especialista. Desde el aspecto biológico hay que evaluar si  tiene que ver con problemas hormonales. Hoy se sabe, que el deseo no solo depende de hormonas como los estrógenos y la testosterona, sino también del exceso de otras hormonas como la prolactina, que justamente se eleva ante situaciones de estrés.

El estrés es otro de los factores que impactan directamente sobre el deseo, pero lo más habitual es que la persona con falta o disminución del deseo no estén recibiendo el estímulo adecuado.

El deseo es una respuesta fisiológica y emocional frente a determinados estímulos. Lo que sucede es que estos estímulos no son los mismos para todas las personas e incluso a lo largo de la vida pueden ir cambiando. Lo que despierta el deseo en una persona en un momento de su vida, puede no  hacerlo en otro momento, e incluso puede generar el efecto contrario.

Otro factor muchas veces vinculado con la falta de deseo, es el efecto secundario de algunas medicaciones, especialmente los antidepresivos. En esos casos se trabaja en conjunto con el psiquiatra del paciente para evaluar la posibilidad de cambiar la medicación.

La educación sexual que una persona haya recibido también  juega un rol fundamental en su deseo sexual. Esta es una de las razones por las cuales es una problemática frecuente en mujeres que han recibido una educación sexual machista que valora en forma negativa el goce femenino.

Es fundamental comprender que el deseo puede ir variando a lo largo de la vida y que en la juventud se requieren de menos estímulos para provocarlo, pero a  medida que pasa el tiempo se va necesitando mayor estimulación. El deseo nunca es espontáneo pero la inmediatez con la que suele aparecer en la adolescencia se va perdiendo con los años.

Como en  todos los tratamientos es fundamental un diagnóstico del problema para después poder planificar un tratamiento. El pronóstico de los tratamientos es muy favorable y la mayor parte de los pacientes logra reencontrarse con su deseo sexual y volver a disfrutar de su sexualidad, porque la sexualidad cambia, pero la posibilidad de disfrutar de ella nos acompaña durante toda la vida.